Seguro que has oído a profesionales sanitarios, entre ellos a una servidora de la clínica de fisioterapia BSP, decir que tu dolor está en el cerebro e inmediatamente has pensado que no te creemos, que creemos que es psicológico, que creemos que te lo estás inventando o que no puede ser tan intenso como lo describes.
Es muy común que al decirlo así nos malinterpretes.
Cuando decimos que el dolor está en tu cerebro nos referimos a que es el cerebro y no el tejido el que produce el dolor (te recomiendo que leas el post “El dolor de Descartes»).
Que el cerebro produzca el dolor no quiere decir que sea psicológico, que te lo estés inventando, qué no sea real. En absoluto.
LÉEME BIEN, TU DOLOR ES REAL, NO TE LO INVENTAS, NO TE LO IMAGINAS.
A lo que nos referimos es que el dolor es una respuesta que se construye en el cerebro. El cerebro construye esa respuesta dolorosa basándose en cierta información y llegando a una conclusión de amenaza o no amenaza, de peligro o no peligro.
El dolor tiene una utilidad biológica de protección. Actúa como un sistema de alarma.
La información que maneja el cerebro para llegar a la conclusión de que estamos en peligro y responder con dolor para protegernos puede venir del estado de los tejidos, de los pensamientos, de las experiencias pasadas, de las emociones, del conocimiento, del contexto y hablaremos de ellas en otro post.
Lo que tienes que tener claro es que cuando un dolor persiste en el tiempo más allá de la recuperación de los tejidos ya no tiene una utilidad biológica de protección y hay que averiguar cuál es la información que maneja el cerebro para seguir construyendo tu dolor. Hay que cuestionarse el motivo por el cuál ese sistema de alarma sigue sonando si el tejido ya está curado.
Cada persona es única y por ello la información que maneja cada cerebro para construir el dolor será única, aunque tengas la misma etiqueta de fibromialgia, migraña, dolor lumbar crónico, dolor pélvico crónico, artrosis…
Éstas son etiquetas, no eres tú y tus circunstancias.
Cada experiencia de dolor es única porque tú sientes, piensas, crees, gestionas, actúas de manera diferente a cualquier otra persona en el mundo mundial.
Por ello, las personas que sufre de dolor persistente, sea cual sea la etiqueta que tienen, deberían tratarse de manera individualizada mediante educación terapéutica en dolor y ejercicio terapéutico gradual.
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Beatriz Serrano Pozo
Fisioterapeuta col. 1920
BSP FISIO
Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.
