Y cuando lo hace, le damos normalidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

“Tras el parto es normal”

“Con la menopausia es lo que me espera”

“No conozco otra cosa, desde siempre me duele”

 

 

Éstas son algunas de las frases que por desgracia más se escuchan en consulta.

Falsas creencias fomentadas por años de tabúes y desinformación.

 

EL SEXO NO DEBERÍA DOLER y si a ti te ocurre deberías consultar con tu ginecólogo/a y con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.

¡Tranquila, no todo está perdido!

 

 

 

 

 

 

 

 

Existen diferentes nombres para lo que te ocurre: DISPAREUNIA O VAGINISMO

La DISPAREUNIA es aquel dolor abdominal, pélvico o vaginal asociado a la penetración, durante o inmediatamente después de ella (también con juguetes).

Se puede clasificar según su localización en superficial o profunda y según su aparición en primaria o secundaria.

“¿Esto quiere decir que siempre puede haber estado ahí?”. La respuesta es SÍ. Esa es la dispareunia primaria.

La dispareunia profunda puede ser consecuencia de sufrir endometriosis, síndrome genitourinario de la menopausia, por causa iatrogenia, POP, enfermedad inflamatoria pélvica, síndrome de congestión pélvica, fibromas, adenomiosis, cistitis intersticial, infecciones recurrentes, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome miofascial, ansiedad, depresión o por Sensibilización central.

Mientras que la dispareunia superficial se puede deber a un síndrome doloroso vulvar, a una contracción involuntaria de la musculatura superficial y/o del elevador del ano y a una lubricación inadecuada.

Y entonces, ¿en qué se diferencia con el VAGINISMO?

Pues sencillo, en la dispareunia la penetración es viable aunque dolorosa y ese dolor puede interrumpir la actividad sexual (cambiar de postura, de juego) pero no imposibilita el coito, mientras que en el vaginismo la penetración es imposible aunque existe la excitación y el deseo sexual y muchas veces hay sentimientos de miedo y aversión relacionadas.

 

Cuando percibes dolor al intentar tener relaciones sexuales y no disfrutas con tu pareja se produce lo que llamamos El ciclo de dolor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Te vas a anticipar al dolor (aparece la ansiedad y el miedo)  y por ello el cuerpo va a reaccionar de manera inapropiada aumentando el tono muscular lo que va a provocar que el coito sea doloroso o imposible y ello va a hacer que acabes evitando mantener relaciones sexuales, lo que puede acabar mermando tu relación de pareja.

Por ello, el trabajo multidisciplinar entre fisioterapeuta y sexólogo/a en muchos casos es la mejor opción ya que juntos trabajamos cuerpo y mente y guiamos a la pareja  en una nueva forma de relacionarse sexualmente.

 

 

Si te ocurre algo parecido y necesitas un consejo o una consulta con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, no dudes en acudir a nuestro centro de fisioterapia en Málaga BSP Fisio, te ayudaremos a experimentar grandes cambios en tus relaciones sexuales y por fin, sentir ese placer que te mereces.

 

Beatriz Serrano Pozo

Fisioterapeuta col. 1920

BSP FISIO

 

Directora y Fisioterapeuta en BSP FISIO

Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.