El dolor lumbar es una dolencia común que afecta a personas de todas las edades y estilos de vida. Ya sea que te encuentres detrás de un escritorio durante horas o levantando objetos pesados en el trabajo, el dolor en la región lumbar puede impactar tu calidad de vida de manera significativa.

El dolor lumbar ha sido ampliamente estudiado y clasificado según duración (agudo o crónico), según mecanismo patobiológico (nociceptivo, nociplástico, mecánico, inflamatorio) y según fuente del dolor (radicular, facetario, discopático).

Hoy, desde BSP Fisio, vamos a profundizar sobre los síndromes radiculares lumbares, que comprenden del 5% al 10% de los casos que acuden a atención primaria y puede que también a nuestras consultas, aunque a mí me parece que son más.

¿Cuáles son los síndromes radiculares lumbares?

Al clasificar los síndromes radiculares lumbares nos encontramos tres tipos:

  1. Dolor radicular (ciática)
  2. Radiculopatía
  3. Estenosis de canal

Sin embargo, los fisioterapeutas sabemos que aunque nos encanta clasificarlo todo para comprenderlo mejor, hay que tener en cuenta la realidad biológica de los tejidos y estas categorías son un continuo en el tiempo.

¿Cómo se diferencian los síndromes radiculares lumbares?

Para poder diferenciar estas categorías que comparten síntomas y signos en su clínica es necesario tener un profundo conocimiento de anatomía, tiempos de recuperación de los tejidos y saber realizar un razonamiento clínico basándonos en la historia clínica del paciente.

El razonamiento clínico consiste, en definitiva,  en responder a dos preguntas importantes: en primer lugar, entender qué está pasando a la persona, a la función y a los tejidos y en segundo lugar, saber identificar qué aspectos pueden ser modificados para mejorar su situación.

Las creencias y expectativas de la persona pueden ser modificadas hasta cierto punto gracias a un abordaje educativo. La realidad de los tejidos podemos modificarla o no, según la fuente del dolor. Y la función, ¿ qué pasa con ella?. Pues la función debe ser entrenada, aumentando las capacidades físicas del paciente mientras disminuimos temporalmente sus demandas.

Dolor radicular de origen lumbar (ciática)

La ciática o lumbociática es un dolor neuropático en la región baja de la espalda que se irradia hacia la pierna. Se produce debido a la estimulación o irritación del ganglio de la raíz dorsal (GRD) dentro de la vértebra. No es la raíz del nervio la que se ve afectada, como sucede en la radiculopatía. Se percibe como descargas eléctricas (ectopías) a lo largo del recorrido del nervio ciático.

La principal causa del dolor radicular es la hernia de disco. Al contactar el núcleo pulposo con el tejido neural éste se defiende provocando una inflamación y generando una respuesta que llamamos maladaptativa de estrés desde el principio (disestesias o parestesias). Empiezas a percibir una sensación anormal, desagradable ante diferentes estímulos. Durante el embarazo, es uno de los problemas que pueden surgir ya que a medida que éste avanza, se modifica el cuerpo de la mujer, aumentando la hiperlordosis.

La fase aguda normalmente duran hasta 3 semanas y la fase subaguda hasta 3 meses, después de la cual la condición evoluciona favorablemente.

Es importante entender que aunque veamos una hernia de disco en una prueba de imagen no implica que vaya a provocar un síndrome radicular ni existe una correlación directa entre el estado del disco en la imagen y la gravedad de los síntomas. Es como sacar una foto, nos muestra cómo se ve, pero no cómo funciona.

 

Radiculopatía de origen lumbar

La radiculopatía y el dolor radicular son entidades clínicas diferentes  que pueden coexistir al mismo tiempo, pero no necesariamente.

La radiculopatía se define por la presencia de signos negativos en un examen neurológico, es decir, al ser evaluada la función del sistema nervioso, el paciente presenta alteraciones en la percepción de la sensibilidad, la fuerza, y los reflejos y puede o no, presentar dolor o parestesias (hormigueos).

Cuando detectamos estos signos negativos, es importante determinar si se deben a un problema en una raíz nerviosa (radiculopatía) o en un nervio periférico (neuropatía periférica). Para hacer esta diferenciación, consideramos que cada músculo está inervado por un solo nervio y varias raíces nerviosas, por lo que aplicamos un razonamiento clínico.

Una causa común de radiculopatía lumbar es la hernia de disco al igual que la ciática, sin embargo, en este caso la fuente del dolor sería la raíz del nervio. Otras causas podrían ser la estenosis foraminal (estrechamiento del agujero foraminal), desórdenes epidurales, diabetes (radiculopatía metabólica), etc.

Son indicación de cirugía absoluta si la pérdida de fuerza fue brusca al inicio (pie caído o pie equino) o si a pesar del tratamiento conservador continúa progresivamente la pérdida de fuerza.

Estenosis del canal espinal

La estenosis hace referencia al estrechamiento, ya sea del canal central de la columna (ECC) o  en los canales laterales (ECL).

El síntoma principal es la imposibilidad de seguir andando (llamado claudicación neurógena) que mejora cuando te inclinas hacia delante. A veces, también puedes sentir dolor en la parte baja de la espalda o como descargas eléctricas (ectopías) en diferentes posiciones, similar al dolor radicular de origen lumbar, aunque sentarse puede aliviar estos síntomas.

Normalmente, en la exploración neurológica todo parece estar bien, salvo en ancianos que pueden tener pérdidas sensitivas y motoras pero pueden ser propias de la edad.
 

 

Qué puede hacer la fisioterapia en estos casos de enfermedades radiculares lumbares

La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento conservador al proporcionar una variedad de herramientas para aliviar el dolor, mejorar la función y prevenir las recidivas. Entre ellas nos encontramos:

  • Educación terapéutica en dolor: conocer las respuestas a las dos preguntas fundamentales ayudará al paciente a modificar creencias y expectativas.
  • Terapia manual: con el fin de mejorar la neuroinflamación originada en la región lumbar podemos realizar movilizaciones articulares (Mulligan) así como movilizaciones neurales (neurodinamia)  que ayudarán a aliviar el dolor y mejorar la percepción sensitiva en la zona.
  • Ejercicio terapéutico: con el objetivo de mejorar la función y las capacidades físicas del paciente, se planteará una serie de ejercicios terapéuticos según el origen del dolor, la fase de recuperación del tejido y la clínica del paciente.

¿Qué recomendamos desde BSP Fisio para desenredar el dolor lumbar?

Nuestra experiencia nos dice que es importante ser evaluado por un profesional de la salud capacitado para realizar un diagnóstico diferencial sobre tu proceso, ya que el tratamiento debe ser específico y personalizado según tus necesidades y hemos visto que un tratamiento erróneo puede agudizar el problema, causando más dolor e incapacidad a corto plazo.

Por otro lado, no recomendamos realizar pruebas de imagen desde el inicio del cuadro clínico pues puede condicionar las creencias y expectativas del paciente y luego ser muy difícil desarraigarlas. Recuerda, las pruebas de imagen no nos muestra si tu columna es funcional a pesar de los síntomas que percibes.

Por último, desde BSP Fisio creemos que la educación, la terapia manual y el ejercicio terapéutico son los pilares para tratar este tipo de patología y para ello es importante explicar al paciente que su participación deberá ser activa de manera progresiva, con el objetivo de evitar recidivas.

Si necesitas más información sobre el tema, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Estamos aquí para ayudarte en tu camino hacia una mejor salud y bienestar!.

Directora y Fisioterapeuta en BSP FISIO

Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.