La luxación de hombro es una lesión frecuente que puede afectar a personas de todas las edades, especialmente a quienes practican deportes de contacto o han sufrido una caída. Una recuperación adecuada depende de un diagnóstico preciso, un plan de rehabilitación escalonado y el seguimiento de cuidados específicos para recuperar movilidad y evitar recidivas. Esta guía resume las fases del tratamiento, tratamientos específicos y estrategias prácticas basadas en evidencia clínica y pautas de fisioterapia.
¿Qué es una luxación de hombro y cuáles son sus consecuencias?
La luxación de hombro ocurre cuando la cabeza del húmero sale de la cavidad glenoidea de la escápula. La presentación más habitual es la luxación anterior, en la que el húmero se desplaza hacia delante, aunque también existen luxaciones posteriores y multidireccionales.
Además del dolor intenso y la deformidad visible, la lesión puede dañar estructuras adyacentes como los ligamentos, el labrum, el manguito rotador y nervios (por ejemplo, el nervio axilar).
Las consecuencias varían según la edad, la gravedad de la lesión y el tratamiento inicial. En jóvenes puede haber mayor riesgo de recidiva; en adultos mayores la preocupación principal suele ser la pérdida de función y dolor crónico.
Complicaciones posibles incluyen inestabilidad crónica, rigidez, artrosis a largo plazo y lesiones asociadas que requieren cirugía si no responden al tratamiento conservador.
Cómo identificar los síntomas de una dislocación en el hombro
Cuando se produce una dislocación en el hombro, el hueso del brazo (húmero) se sale de su posición normal en la articulación.
Identificar sus síntomas a tiempo es clave para recibir tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Los síntomas más comunes de una luxación de hombro incluyen:
- Dolor intenso e inmediato en la zona del hombro, que suele empeorar al intentar mover el brazo.
- Deformidad visible, ya que el hombro puede verse más bajo, hundido o con una forma anormal.
- Pérdida de movilidad, con imposibilidad de mover el brazo o levantarlo sin sentir un dolor agudo.
- Hinchazón y hematomas alrededor de la articulación.
- Entumecimiento o sensación de hormigueo en el brazo o la mano, debido a la posible afectación de nervios.
Causas más frecuentes de la luxación del hombro
La luxación del hombro es una lesión más común de lo que parece, especialmente en personas activas o en ciertos entornos laborales y deportivos.
Entre las principales causas de la dislocación del hombro se encuentran:
- Traumatismos directos, como caídas sobre el brazo extendido, accidentes de tráfico o golpes durante actividades físicas intensas.
- Deportes de contacto, como fútbol, balonmano, rugby o artes marciales, donde el hombro está más expuesto a impactos o movimientos forzados.
- Movimientos bruscos o torsiones extremas, sobre todo al levantar peso sin técnica adecuada o al hacer gestos repetitivos por encima de la cabeza.
- Luxaciones previas o articulación inestable, ya que quienes han sufrido una dislocación tienen más probabilidades de que se repita, especialmente si no han seguido un buen proceso de rehabilitación.
- Factores anatómicos o genéticos, como la hiperlaxitud articular (mayor flexibilidad), que hace que la articulación del hombro sea más propensa a salirse de su sitio.
Entender estas causas es fundamental para adoptar medidas de prevención, como fortalecer los músculos del hombro, cuidar la postura y evitar gestos de alto impacto sin preparación adecuada.
Cuidados y recomendaciones después de un desplazamiento articular de hombro
Seguir las indicaciones médicas y de fisioterapia es fundamental. Mantener el cabestrillo el tiempo recomendado, realizar ejercicios pautados y acudir a revisiones evita complicaciones.
La higiene del sueño y la ergonomía durante las actividades diarias también influyen en la recuperación: dormir o con apoyo que reduzca la tensión del hombro, y adaptar posturas laborales para evitar estiramientos repetitivos.
Si aparece dolor intenso, hormigueo persistente o debilidad marcada, se debe consultar con el equipo sanitario.
Beneficios de la fisioterapia en la recuperación de luxación de hombro
Tras una luxación de hombro, la fisioterapia se convierte en una parte esencial del proceso de recuperación. Más allá del tratamiento médico inicial para recolocar la articulación, es la rehabilitación la que garantiza una recuperación completa, segura y duradera. Los beneficios de la fisioterapia en estos casos son numerosos y fundamentales para evitar recaídas o secuelas.
Algunos de los principales beneficios son:
- Recuperación de la movilidad: los ejercicios terapéuticos ayudan a restablecer el rango de movimiento natural del hombro, que suele verse limitado tras la lesión y la inmovilización inicial.
- Fortalecimiento muscular: se trabaja la musculatura del manguito rotador y los estabilizadores del hombro para evitar nuevas dislocaciones y mejorar la estabilidad articular.
- Reducción del dolor y la inflamación: técnicas como la terapia manual, el uso de frío/calor y la electroterapia ayudan a aliviar molestias durante el proceso.
- Mejora de la coordinación y propiocepción: la fisioterapia incluye ejercicios específicos para que el cuerpo recupere el control del movimiento y la conciencia postural.
- Prevención de futuras lesiones: una buena rehabilitación no solo trata la lesión actual, sino que prepara el cuerpo para evitar que vuelva a ocurrir.
Con un enfoque progresivo y personalizado, la fisioterapia permite recuperar la funcionalidad del hombro y volver a las actividades cotidianas, laborales o deportivas con total seguridad.
Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.