Noviembre es el mes de la concienciación sobre el cáncer de próstata, una enfermedad que afecta a miles de hombres cada año. Uno de los efectos secundarios más frecuentes y preocupantes tras la cirugía de extirpación de la próstata (prostatectomía) es la disfunción eréctil (DE). Hablar de ello es fundamental para normalizar la situación y buscar soluciones eficaces.

¿Qué es la disfunción eréctil tras una prostatectomía?

La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria. Tras una prostatectomía radical (cirugía para tratar el cáncer de próstata), este problema puede aparecer debido a la cercanía de la próstata con los nervios y vasos sanguíneos responsables de la erección.

Aunque los avances quirúrgicos han mejorado los resultados, sigue siendo una complicación frecuente: entre el 25% y el 75% de los hombres pueden experimentarla tras la cirugía.

¿Por qué ocurre la Trastorno eréctil tras cirugía prostática?

Durante la prostatectomía, los haces neurovasculares que rodean la próstata pueden verse afectados. Estos nervios son esenciales para la función eréctil. Si bien los cirujanos intentan preservarlos, en algunos casos, especialmente cuando el cáncer es agresivo, es necesario extirpar más tejido, lo que aumenta el riesgo de DE. Además, factores como la edad, la salud general (diabetes, hipertensión, tabaquismo) y la técnica quirúrgica influyen en la recuperación.

Síntomas y cambios post-prostatectomía

  • Dificultad para lograr o mantener una erección.
  • Orgasmos secos (sin eyaculación).
  • Posible pérdida de longitud del pene.
  • Disminución de la sensibilidad sexual.
  • Impacto emocional y psicológico, como ansiedad o baja autoestima.

¿Es posible recuperar la función eréctil?

¡Sí! Muchos hombres logran recuperar su función eréctil, aunque el proceso puede ser lento y requiere paciencia. La tasa de recuperación varía según la edad, la técnica quirúrgica y la rehabilitación. Por ejemplo, en hombres menores de 60 años y con técnicas de preservación nerviosa, hasta un 77% puede recuperar la función eréctil en uno o dos años.

Tratamientos fisioterapéuticos y rehabilitación de la disfunción eréctil postquirúrgica

La rehabilitación peneana es clave para mejorar la recuperación. El objetivo es mantener la salud del tejido eréctil y prevenir daños estructurales. Las estrategias incluyen:

  • Fisioterapia del suelo pélvico: Ejercicios para fortalecer los músculos implicados en la erección y el control urinario.
  • Terapias de vacío: Dispositivos que favorecen el flujo sanguíneo al pene.
  • Ondas de choque: promueven la neovascularización mejorando el flujo sanguíneo cavernoso.
  • Radiofrecuencia: mejora la vascularización y elasticidad del tejido eréctil.
  • Electroestimulación: mejora el tono muscular del suelo pélvico estimulando la conducción nerviosa y la respuesta refleja.
  • Medicamentos orales (inhibidores de la PDE5): Como el sildenafil, para estimular la erección. (prescripción médica)
  • Inyecciones o fármacos vasoactivos: En casos donde los medicamentos orales no son efectivos. (prescripción médica)
  • Apoyo psicológico y terapia sexual: Para abordar el impacto emocional y mejorar la confianza.

La disfunción eréctil tras la prostatectomía es una complicación frecuente, pero existen múltiples opciones de tratamiento y rehabilitación. Hablar de ello, informarse y buscar ayuda profesional son pasos fundamentales para recuperar la calidad de vida y la salud sexual.

Desde BSP Fisio te aconsejamos iniciar la rehabilitación lo antes posible tras la cirugía para mejorar el pronóstico, debes mantener una comunicación abierta con la pareja y el equipo médico y no dudar en buscar ayuda profesional especializada en fisioterapia urológica y sexología.

 

 

 

Directora y Fisioterapeuta en BSP FISIO

Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.